viernes, 26 de noviembre de 2010

Zonas urbanas: Asia Occidental

La mayoría de la población de Asia Occidental vive en zonas urbanas, con la notable excepción de Yemen, en donde se espera que la población predominantemente rural crezca un 2,7 por ciento entre los años 2000 y 2015 (UNCHS 2001). Los últimos 30 años han traído importantes cambios económicos, políticos y tecnológicos que han influido en la estructura y funcionamiento de las zonas urbanas en Asia Occidental. Tres factores fundamentales han delineado el paisaje urbano de la región (UNESCWA 1999):
  • el auge petrolero de los años setenta y las marcadas fluctuaciones de los ingresos provenientes del petróleo durante las dos décadas siguientes;
  • el movimiento a gran escala de los habitantes de la región debido a conflictos armados y luchas civiles; y
  • las fuerzas de la globalización que han representado, y siguen representando, un papel esencial desde el inicio de los años noventa, integrando a las naciones de Asia Occidental a la economía global y dando relevancia al papel de la tecnología de información.
El rápido crecimiento económico que experimentó la mayoría de los países de la región en las tres últimas décadas fue acompañado de un crecimiento demográfico y una mayor urbanización. Ha habido una emigración masiva de la población de zonas rurales a urbanas en casi todos los países, así como una inmigración de trabajadores extranjeros a las zonas urbanas, especialmente en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC). Entre 1972 y 1980, la población urbana total aumentó de 17,8 millones (44,7 por ciento de la población total) a 27 millones (55,8 por ciento de la población total). En este periodo el índice anual de crecimiento de la población urbana fue de 5,6 por ciento, registro muy superior al de la población en general, que fue de 3,6 por ciento. La urbanización ha continuado aumentando a un ritmo más rápido que la población total (United Nations Population Division 2001a) aunque hay marcadas diferencias en el nivel y ritmo de la urbanización entre las subregiones y entre los países de la región.
Un crecimiento y una transición urbana espectaculares se dieron en Omán, país en donde la población urbana aumentó de 11,4 por ciento del total de la población en 1970, al 84 por ciento para el año 2000. Actualmente todos los países de la Península Arábiga tienen un nivel de urbanización por encima del 84 por ciento, excepto Yemen, con un nivel de urbanización de apenas 24.7 por ciento (véase el mapa). Para el año 2000 casi toda la población de Bahrein (92,2 por ciento), Kuwait (97,6 por ciento) y Qatar (92,5 por ciento) estaba viviendo en zonas urbanas (United Nations Population Division 2001a).
El promedio de la tasa de crecimiento anual de las poblaciones urbanas de Asia Occidental disminuyó durante las tres décadas pasadas, de 6,1 por ciento en 1972 a 3,7 por ciento en el año 2000. Los efectos de la Segunda Guerra del Golfo han sido particularmente significativos para los índices de urbanización, debido a la repatriación de millones de trabajadores extranjeros. 

Nivel de urbanización (%): Asia Occidental
Población urbana (millones) por subregión: Asia Occidental
El mapa y el gráfico muestran el alto grado de urbanización en Asia Occidental, con excepción de Yemen, que sigue siendo rural en gran medida.


La rápida urbanización en Asia Occidental está ocurriendo a expensas de los estilos de vida rurales y de los asentamientos en pueblos de menor escala, como éste de Irán.

Aunque en las zonas urbanas se concentra cada vez mayor parte de la población de Asia Occidental, aún es pequeña la proporción de personas que vive en ciudades con más de un millón de habitantes. En 1975 sólo dos ciudades tenían una población total de más de un millón de habitantes (Bagdad y Damasco), lo que representaba una cuarta parte de la población urbana total de la región. El número de ciudades grandes se ha duplicado cada diez años, llegando a 12 en el año 2000, aunque su población como parte de la población urbana total sigue estando entre el 25 y el 37 por ciento. No obstante, el número absoluto de personas que viven en estas ciudades aumentó de 3,88 millones a 23,8 millones entre 1975 y 2000.
Existe un vínculo inextricable entre la urbanización y la transición económica de la región, que está pasando de sociedades agrarias y nómadas a otra basada en la manufactura y los servicios. El desarrollo económico ha traído consigo una notable mejora en el bienestar de los pueblos de Asia Occidental, que consiste en expectativas de vida mayores, ingresos más elevados y una disminución en los índices de mortalidad infantil (United Nations Population Division 2001b). Sin embargo, a pesar de estos efectos, muchas ciudades están atravesando un proceso de transición marcado por algunas influencias negativas. En algunas partes de la región (Mashreq), el ritmo y la escala del cambio a menudo restringen la capacidad de los gobiernos locales y nacionales para ofrecer servicios adecuados a los sectores urbanos pobres. Ante estas situaciones, se pone en riesgo la salud y bienestar (UNDP, UNEP, World Bank y WRI 1998). El crecimiento de las poblaciones urbanas también es sinónimo de crecimiento de la pobreza urbana. La mayoría de las grandes ciudades están superpobladas y tienen altos niveles de contaminación atmosférica debido al tránsito, consumo de energía y producción industrial crecientes. 

UNEP (2001). Zonas urbanas: Asia Occidental. Recuperado el 26 de Noviembre, de http://www.grida.no/publications/other/geo3/?src=/geo/geo3/spanish/435.htm

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